El sueño de la libertad financiera se materializa con el mejor equipo

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La promesa de la libertad financiera se convierte en verdadera cuando empiezas a construir un equipo poderoso que comparta la misma visión y persigan juntos con pasión los objetivos que se propongan.

Si estás liderando un equipo, estoy seguro que una de las cosas más importantes para ti debe ser el cómo lograr que ese equipo siga cuando tú ya no estés ahí. Si estás construyendo un equipo de trabajo querrás que eso te siga generando ingresos el día que ya no estés ahí, la famosa promesa del ingreso residual. ¿Es eso posible? ¿Cuántas veces hemos visto líderes que quitan las manos de lo que están haciendo y eso se desploma? La buena noticia es que aunque hay muchísimos casos en los que eso ocurre, también hay otros en los cuales la construcción de su equipo es tan sólida que mucho tiempo después que dejaron este mundo, sus equipos siguen funcionando. Si te interesa saber cómo construir un legado que permanezca incluso después de que tú ya no estés, entonces sigue leyendo.

La primera vez que entré en una red del mercadeo todo el mundo hablaba del ingreso residual y de la promesa que las cosas que construiste hoy se queden ahí para toda la vida. Sin embargo, veía desplomarse una y otra vez negocios cuando sus líderes se iban. Hasta que llegó una persona que nadie conocía, no era famoso en Facebook, ni en YouTube, ni en redes sociales, nadie nunca había escuchado hablar de él, y de pronto construyó algo que siguió funcionando cuando él se fue. Lo sé porque yo era parte de ese equipo, y entonces fue cuando me di cuenta que realmente se podía construir un legado, pero había que entenderlo para replicarlo y eso es lo que te quiero compartir hoy.

Para esto necesitan ocurrir dos cosas, la primera es que necesitas que ese equipo se convierta en un movimiento, necesitas que se convierta en un grupo de personas que sean tan apasionadas con esos valores, esos principios, o ese mensaje que están promoviendo, que tengan el deseo de seguirlo promoviendo pase lo que pase. Por ejemplo, el famoso movimiento del Me Too en contra del abuso a las mujeres, o Greenpeace, o Peta, todos son movimientos que apasionan a las masas y que la gente defiende con fiereza.

El segundo ingrediente para que esto funcione y se mantenga a largo plazo es que el centro de ese movimiento no seas tú, sino el movimiento mismo, porque si tú eres el centro, el día que te vayas la gente va a olvidar el mensaje central. Tú sólo tienes que ser el líder que magnifique el mensaje del movimiento, que lo edifique, que siempre diga que el movimiento es lo importante. Lograr que todos crezcan y quieran también liderar, que la gente pueda ver este gran acto de humildad en ti.

En un negocio de redes de mercadeo necesitas subir a tu gente al escenario cada vez más y tú cada vez menos, necesitas que las estrellas que reciban los premios sean cada vez más ellos y tú cada vez menos, necesitas que toda la atención se ponga en el producto, se ponga en los eventos, se ponga en el gran corporativo que tienes y no en ti. Aunque podemos sentirnos vulnerables, el día de mañana, si algo sale mal, todos recordarán los valores, principios, mensajes, y el propósito que tú les estabas proponiendo. Precisamente eso es lo que te va a convertir en un gran líder, y eso es lo que va a permitir que si por cualquier motivo tú decides que ya no quieres estar, o ya no puedes estar. Eso que construiste pueda seguir adelante porque es un movimiento apasionado y porque tú no eres necesario para que el movimiento continúe.


(ARTÍCULO ORIGINAL DE JAIME LOKIER)